Por: Roberto Mesa Matos,
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Fotos: Roberto Mesa Matos. |
Manzanillo.- Desde hace días conocía que el territorio de
Granma se preparaba para recibir “una visita de primer nivel”, lo que sí nunca
imaginé fue que me correspondería a mí, como decimos en nuestro argot
reporteril, “cubrir” el acontecimiento.
Sabía, aunque muchas veces para algunos sea contradictorio porque el movimiento borra lo feo, es innegable que cualquiera prepara su casa para que luzca más bonita a los ojos de los visitantes.
La mayoría de los colegas poseen un extenso y fructifico
aval profesional para asumir con dignidad
y total dedicación la obra que nos corresponde a nosotros, estar detrás de “la
última” y esa llegó la mañana del miércoles, acompañada por un sol intenso y un
calor abrazador.
A las seis de la mañana comenzó todo con la composición
del equipo de prensa para la visita de primer nivel anunciada ya por muchos: en
unas horas, Miguel Díaz – Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estados
y de Ministros llegaría para compartir un recorrido por varias instituciones de
interés económico, social e histórico de este costero territorio.
La primera parada, no podía ser otra, fue el Parque Museo
La Demajagua, Monumento Nacional, donde el dignatario aseguró que el histórico
lugar estremece los sentimientos revolucionarios y convoca.
Sobre las once de la mañana aparecieron los primeros
autos de la comitiva presidencial y de uno de ellos descendió el mandatario,
extendió sus brazos en señal de saludo cordial y el pueblo reciprocó el gesto
con gritos de Vivas a Fidel, Raúl, al Socialismo y de apoyo a la misión de
continuidad que tiene por delante Díaz – Canel Bermúdez.
Escoltado por su seguridad personal, muy gentil en cada
momento con el pueblo y la prensa, el mandatario cubano visitó la tienda del
fondo de bienes culturales La Violeta y el correo central de la ciudad del
Golfo.
Luego salió he iba saludando con su mano alzada en
evidente muestra de afecto recíproco: caminaba rápido, pero dejó espacios para
los que se acercaron y hablaron de lo humano y lo divino.
Y quién puede hacerles “cuentos de camino” a un dirigente
que viene del pueblo, distingue por su inteligencia y análisis de cualquier situación,
que creció al lado de las enseñanzas del Líder Histórico de la Revolución, que
al asumir su cargo ante los diputados de la Novena Legislatura del Parlamento,
comentó que lo hacía con la responsabilidad, con la convicción de que todos los
revolucionarios seremos fieles al ejemplar legado de Fidel y Raúl.
El presidente de los Consejos de Estados y de Ministros
aseveró a algunas personas que evaluaron las dificultades del acueducto, los
problemas con el transporte público y del fondo habitacional, y dijo que los
programas de reanimación de las ciudades tienen que impulsarse más, para que
todo luzca más bonito, pero todos tienen que ayudar, aunar voluntades para
seguir adelante.
Los integrantes de la visita doblan la calle Narciso
López hasta la José Miguel Gómez, hay vítores a la Revolución, a Fidel y Raúl.
El presidente cubano escucha atento a un joven hablar sobre los problemas de su
vivienda, y que la situación tendrá respuesta poco a poco, de acuerdo a las
posibilidades.
El mandatario sube a unos de los autos, se marchan
veloces. Honor, privilegio y compromiso
como periodista revolucionario en un día histórico para quienes vivimos en el
territorio donde nació la Revolución cubana, y que el Comandante en Jefe calificó
como contrafuerte de la Sierra Maestra. Hoy, me siento feliz: crecí como
profesional.